Los lunes


En este blog no suelo hablar de televisión, aunque sea mi pasión y, de vez en cuando, mi modo de vida. Es lamentable comprobar que últimamente no veo fórmulas novedosas ni estoy aprendiendo métodos ni formas nuevas. Pero es indudable que las series están viviendo una edad de oro, en parte gracias a la durísima competencia de la HBO, en parte porque en España parece que empezamos a superar nuestra comedia costumbrista (que no viene nada mal para reírnos de nosotros mismos). Pero el público reclama más.

Las dos series españolas que me han dejado con la boca abierta este año, "¿Qué fue de Jorge Sanz?" y "Crematorio", ambas producidas por Canal+, sin tener nada que ver entre ellas, simplemente copiando las estructuras de series previas ("Curb your enthusiasm" la primera, "Los Soprano" la segunda) y, sobre todo, no tomando al espectador por retrasado mental, han conseguido ser un éxito soterrado, las series que todo el mundo quiere ver.

Algo habrá influido también que se haya aplicado  la fórmula de la televisión inglesa de hacer 6 capítulos excepcionales por temporada en vez de tropecientos capítulos alargados hasta la saciedad, con tramas a veces absurdas, a veces innecesarias para que la serie avance, e incluso personajes metidos con calzador. Las series como Lost/Perdidos contienen demasiados MacGuffins, demasiados cliffhangers, demasiados saltos de tiburón por tanda de capítulos, aunque la serie que se lleva la palma en este tipo de manipulaciones siempre será "Prison break".


Pero reconozco que mi debilidad es "House", no sólo por el actor de enorme talento (a mi parecer, uno de los mejores y más versátiles actores ingleses, cómo no, de la corta historia de la televisión), al que sigo desde "A bit of Fry and Laurie", sino por la trama general de la serie, la evolución del personaje y de los secundarios a su alrededor

Cuál fue mi sorpresa cuando, en el capítulo 15 de la tercera temporada (3x15, para entendernos), me encuentro con esto:



¡Los Bottom Rats versionados por Hugh Laurie! ¡Allá donde esté Bob Geldof que se levante y ande!

"I don´t like mondays" fue un éxito espectacular allá por 1979, con la intervención de un rotundo piano y una excelente composición de armonía vocal. Una canción que me lleva persiguiendo desde hace mucho tiempo y no ha perdido ni un ápice de fuerza en 30 y pico años. Lo que no se suele conocer es que esta canción tiene una terrible historia detrás, una historia que a día de hoy, con nuestra anestesia informativa, nos puede parecer similar a otras muchas, pero no por ello deja de ser terrible.

Lo que sigue está sacado de diversas fuentes. Viendo que no encontraba ninguna traducción que me cuadrara con el sentido de la letra, la he traducido yo. Los posibles errores de interpretación también son míos.
The silicon chip inside her head gets switched to overload
El chip de silicio que ella tiene en la cabeza se está sobrecargando

And nobody’s gonna go to school today
y hoy nadie va a ir a la escuela

She’s gonna make them stay at home
ella va a hacer que se queden en sus casas.

And daddy doesn’t understand it. He always said
Y papi no lo entiende, él siempre dijo

she was good as gold And he can see no reasons
que ella era buena como el oro. Y él no ve razones

‘Cos there are no reasons. What reason do you need to be show-ow-ow-ow-own?
porque no hay motivos. ¿Qué motivos necesitas mostrar?

Brenda Ann Spencer nació en San Diego, California (Estados Unidos), el 3 de abril de 1962. Todas las crónicas del momento destacan la impoluta reputación de su familia. Pero bajo la fachada de típica familia de clase media americana, los Spencer ocultaban un historial de malos tratos y vejaciones infantiles.

En las navidades de 1978 la banda sonora de la Brenda Ann Spencer de 16 años era el “Outlandos D’Amour”, el primer disco lanzado, tan sólo dos meses antes, por un grupo británico recién constituido llamado “The Police”. La rebelde adolescente (¡cómo si no!) por el día daba la espalda su padre. Pero, en contra de su atrofiada voluntad, le abría su lecho por las noches. "Roxanne" y "So lonely" retumbaban en su cabeza mientras se consumaba el incesto, acrentando la enajenación de Brenda Ann. La música ayudaba a aumentar su desdicha, mientras, seguramente, negociaba su venganza con el diablo.

Esas navidades pidió a su familia una radio de regalo para poder escuchar su música favorita con el nuevo modelo de radio fórmula. Su padre, demostrando saber qué era lo mejor para su hijita, le regaló un flamante rifle semiautomático del calibre 22.

Tell me why I don’t like Mondays (3 bis)
Dime por qué no me gustan los lunes.

I wanna shoo-oo-oo-oo-oo-oot the whole day down
Quiero disparar durante todo el día

La fría mañana del lunes 29 de enero de 1979, Brenda despertó de su rutina habitual para crear ella misma un infierno. Nada estaba calculado ni premeditado, en sus propias palabras, "simplemente era un lunes cualquiera".

A primera hora, Brenda se parapetó en la ventana de su salón con vistas directas a la escuela primaria Grover Cleveland (su propia escuela) y buscó la solución a su aburrimiento. La adrenalina fluiría.

Al otro lado de la calle, el colegio abría sus puertas y recibía a una marabunta de niños. En ese momento sólo dos adultos se encontraban a las puertas de la escuela: el director del colegio Burton Wragg, y el celador Mike Suchar

The Telex machine is kept so clean And it types to a waiting world
La máquina de fax está guardada tan limpia. Y el mundo está a la espera de lo que diga

And mother feels so shocked Father’s world is rocked
Mamá se siente tan impresionada, y a papá se le viene el mundo abajo.

And their thoughts turn to their own little girl
Y sus pensamientos giran al rededor de su niñita

Brenda Ann tenía buena puntería, se reía mientras disparaba. Las balas volaban sin dueño ni destino. Sí, la adrenalina fluía por fin.

Uno de los primeros heridos fue Chris Stanley, un niño de 9 años que perdió un trozo de corazón, pero salvó la vida gracias a que el director Wragg paró los disparos con su cuerpo. El celador Mike Suchar intentó asimismo proteger al director Wragg con su propio cuerpo. La policía acudió rápidamente, pero Brenda Ann se atrincheró en su casa. El incidente inició un sitio que duró seis horas, al final de las cuales pudieron apresarla.

Sweet 16 ain’t that peachy keen
Los dulces dieciséis no son tan buena edad

Now that ain’t so neat to admit defeat
y no, no es tan sencillo admitir la derrota.

They can see no reasons ‘Cos there are no reasons
No le encuentran motivos porque no hay motivos:

What reasons do you need? Oh Oh Oh Oh
¿qué motivos necesitas?

Brenda Ann hirió a ocho niños y a un oficial de policía, asesinó al director de la escuela Burton Wragg y al guarda Mike Suchar, quienes pagaron con la vida su aburrimiento.

Además, dejó una huella indeleble en la tranquila comunidad, consternó a la opinión pública norteamericana y marcó para siempre las vidas de aquellas familias.


Tras su captura, durante el interrogatorio, le preguntaron el porqué de su acción. Brenda Ann se encogió de hombros y respondió: "No me gustan los lunes. Sólo lo hice para animarme el día. No tengo ninguna razón más, sólo fue por divertirme. Vi a los niños como patos que andaban por una charca y un rebaño de vacas rodeándolos, blancos fáciles".

Tell me why I don’t like Mondays (3 bis)
Explícame por qué no me gustan los lunes.

I wanna shoo-oo-oo-oo-oo-oot the whole day down
Quiero disparar todo el día.

Brenda Ann Spencer fue declarada culpable de dos asesinatos y asalto con arma mortal, y condenada a cumplir treinta años de prisión en una institución para mujeres en Corona (California).

Durante todo este período el comportamiento de Brenda ha sido extremadamente enigmático. El diagnóstico de su patología ha ido confirmándose con el tiempo:
“[…] Incapacidad para lidiar con el estrés y una inclinación desmesurada a actuar con ira.” (Richard Sachs, fiscal de distrito adjunto del condado de San Diego).

Algunos incidentes, la falta de arrepentimiento y sensibilidad, y su expediente, han evitando una y otra vez las revisiones a su pena y que se le otorgue la libertad condicional. La junta de libertad condicional le negó tres veces su libertad por unanimidad.

Daniel Joseph Feeney, fue uno de los muchos "simpatizantes del morbo" que intercambió correspondencia con Brenda Ann. A finales de 1988 reveló unos dibujos que le había mandado la reclusa. Esclarecedora prueba del estado mental de Brenda Ann. Tras dejar de escribirle y negarle a Brenda Ann el matrimonio, ésta se escarificó el pecho con un clip al rojo las palabras PROUD (orgullo) y COURAGE (valor).

En enero de 2009 ha expirado su última revisión.


And all the playing’s stopped in the playground now
En el patio, ya nadie está jugando.

She wants to play with her toys a while
Ella quiere jugar un rato con sus cosas

And school’s out early and soon we’ll be learning
Y hoy salimos antes del colegio, y pronto estaremos aprendiendo

And the lesson today is how to die
Y la lección de hoy es “Cómo morir”

And then the bullhorn crackles And the captain tackles
Y el megáfono crepita, y el capitán ataca

With the problems and the hows and whys
Con los problemas y con los cómos y los porqués

And he can see no reasons ‘Cos there are no reasons
Y él no ve motivos, porque no hay motivos.

What reason do you need to die, die? Oh Oh Oh
¿Qué motivos necesitas para morir?

Sólo un mes después de la tragedia, Bob Geldof estrenaba con su grupo, los Boomtown Rats (el primer grupo irlandés de la historia en conseguir el número 1 en las listas del Reino Unido en 1978 con "Rat Trap"), en el teatro Fox de San Diego, la famosa canción inspirada en los hechos. Inmediatamente fue número uno en el Reino Unido y en 32 países más, pero en los Estados Unidos fue censurada, negándose la promoción por "motivos educativos".

Treinta y pico años después, los que recuerdan este desgraciado incidente aún se plantean muchas preguntas:
- Si Brenda Ann tenía tan buena puntería, ¿por qué sólo dos muertos en 6 horas?
- ¿Qué pasó con el padre que abusaba de ella? ¿Por qué ninguna crónica de la época habla de ello?
- ¿Cómo es que no la condenaron a la pena de muerte?
- ¿Por qué no se ha descrito su patología, si es el motivo para que siga viva?
- Como sociópata, ¿por qué está en una cárcel y no en un psiquiátrico?
- ¿Cuánto ganó Daniel Joseph Feeney con la divulgación de la correspondencia y las obras de Brenda Ann?
- ¿Por qué las autoridades yankis censuran los MacGuffins de los asesinos ("I don't like mondays" en este caso, "El guardián entre el centeno" en el caso del asesino de John Lennon) y se jactan de sus acciones bélicas estatales?
- ¿Por qué Bob Geldof, el samaritano de las sandalias de oro, quedó maldito desde entonces, a pesar de sus iniciativas como el Live Aid, y, a pesar de ello, nunca se le ha comparado con Bono?



Cuando escucho la manida frase "no me gustan los lunes" no puedo evitar recordar esta historia y las consecuencias de que, a pesar de una educación normal, unos cínicos valores limitadores tienen como consecuencia desgracias como esta. Cuando las personas nos limitamos a nosotros mismos, no queremos ver más allá de lo inmediatamente satisfactorio, nos ponemos barreras para construir nuestra propia felicidad y hacer felices a los demás, limitamos nuestra visión de los que nos hace, o nos puede hacer feliz... Entonces creamos monstruos o, como en el caso de Brenda Ann, o en el peor de los casos, nos convertimos en uno de ellos.

Personalmente doy gracias a los lunes. Sin ellos no existirían los viernes.

Fuentes:
Kurioso's weblog
Escrito con sangre

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