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Juguemos a quién es quién

Actualizado a 31 de agosto de 2012

Supongo que a los escasos lectores de este blog les interesa ir más allá de lo trivial en lo que respecta a analizar la realidad que nos rodea. Sin ánimo de crear fanatismos ni sentar cátedra (me limito a copiar informaciones al alcance de cualquiera), reconozco  que la difusión de la información es un tema que me interesa bastante, ya que la sociedad actual se rige en función de las informaciones que les llega. Datos aislados como que el Gobierno piensa aprobar una ley que regule la muerte en condiciones extremas, mal interpretada da lugar a debates y cambios de opinión que no tienen nada que ver con el tema, más cuando se trata de una de muchas leyes que se van a aprobar, mucho más inmediatas para el ciudadano.

En cualquier caso, la obsesión por el control de la información es algo que a mí no me enseñaron en la facultad, pero fue lo primero que me dijeron en un curso impartido en un centro privado con un maestro sin pelos en la lengua. Lo curioso es que éstos no son datos al alcance de cualquiera, sino que hay que hacer una verdadera labor de data mining para recopilarlos, más si lo que se pretende es poner cara, nombres y apellidos, a los dueños de los grupos que controlan la información que se ofrece en España, añadiendo además conocimientos más que básicos sobre gestión de empresas para entender la influencia de éstas personas en dichos medios.

Si fuera mal pensado diría que es paradójico que parezca que no interese poner cara a los responsables de la gestión de estos medios. Menos mal que no lo soy.

La siguiente imagen sacada del blog ‘La mirada del mendigo’ es un inestimable documento gráfico que aclara la mayoría de estas identificaciones. No por ello es sencillo, ya que hay que analizarlo bien, despacio y con calma, e ir punto por punto punteando cada asociación y recordando cada nombre para su completa digestión, la cual dudo que sea sencilla para nadie, aunque sí muy aclaratoria. Además es una excelente guía para completar la asignatura de Estructura de la Comunicación (o como se llame en cada universidad) en la que se empieza a decidir si en lo que uno va a trabajar es en fichar y cobrar o en ejercer la vocación.

Blogger no me da margen para que puedan ampliar la imagen, así que les recomiendo que o bien se la descarguen desde aquí, o bien desde el siguiente vínculo. Pasen, vean, siéntense y beban agua.


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Breaking news

En un post anterior hice un copia/pega del análisis que realizaba Ramón Salaverría sobre la cobertura de una publicación digital con la muerte de Néstor Kirchner. Parece que los fallecimientos, por lo repentinos, son carne de cañón para las breaking news o noticias de última hora.

Aún lamentando el fallecimiento de este tótem del cine español que es Luís García Berlanga, por casualidad (no por morbo) he realizado el mismo experimento mientras se lanzaba la noticia a la red. La curiosidad de este ejercicio estriba en conocer cómo reaccionan las redacciones de fin de semana con una noticia como esta. Comenzamos con El País.

10:49 – Breve reseña en portada, actualización en el feed Eskup y vínculo a la última noticia en la que aparecía Berlanga


10:54 – Se añade un subtítulo al titular y una búsqueda programada. En 5 minutos ha habido 48 recomendaciones a Facebook


11:06 – Se completa un poco el texto (con las prisas se pone mal una fecha) y se añade una imagen de archivo. Las redes sociales irrumpen: 164 recomendaciones a Facebook, 12 tweets. Empiezan a aprobarse comentarios.


11:13 – Se cambia el texto de la noticia al completo por el texto realizado por el periodista. Facebook ya tiene 262 recomendaciones, se ha twiteado 50 veces y los comentarios aprobados se multiplican. En 24 minutos se ha desarrollado la cobertura al completo


11:22 – Incluso ya está disponible el obituario desde “hace 12 minutos”


Vamos a ver cómo reacciona El Mundo

10:40 – Se sube la nota del fallecimiento muy escueta, citando la fuente de la información.

 11:01 – Se confirma la noticia con la familia, se añade una imagen de archivo y se elimina la mención a la muerte de su hijo Carlos. Curiosidad: el titular es el mismo que el obituario de El País, ¿predecible?


11:28 – Ya está listo el monográfico multimedia sobre Berlanga


Repasemos ahora la velocidad de actualización de otros medios.

La Vanguardia, 11:21
La noticia se subió a las 10:36 y 45 minutos más tarde encontramos el entorno gráfico básico: imagen de archivo, vínculos a la hemeroteca del diario. Curiosa la referencia a su trabajo con el "humorista catalán" Cassen.


Público, 11:20
Titular y texto desarrollados, sin imágenes ni información gráfica


ABC, 11:20
Texto desarrollado y actualizado a las 11:01, imagen de archivo y vínculos a información gráfica (fotogalería), la última entrevista y un análisis de su obra.


En la Wikipedia también se ha dado prisa, actualizando la fecha del fallecimiento a las 10:58


Podemos concluir que la prensa digital española tiene una excelente capacidad de reacción y se encuentra en una forma magnífica. Y, lo que es más importante, se toma en serio a sí misma y el público responde.

Por otro lado, es significativa la demanda de información digital del público, que reacciona en cuestión de minutos enviando comentarios, y la enorme importancia de las redes sociales, sobre todo Facebook, en cuestión de propagación viral de noticias. Después de esta experiencia empiezo a creer de verdad que la prensa en papel va a reducirse mucho más de lo que está ahora.

Por último, es significativo el atractivo que supone “adornar” las noticias con imágenes e información multimedia, no sólo con texto o hipervínculos, que posiblemente marcan la diferencia entre unos medios y otros.

Un aplauso para los trabajadores de los medios de comunicación que creen en las nuevas tecnologías. Ojalá los contenidos fueran tan buenos.

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Recuerda, recuerda el 5 de noviembre

El 5 de noviembre no es una fecha especialmente indicada en el calendario español. Puede ser la de el cumpleaños de algún amigo, de algún familiar, algún aniversario, pero seguro que tan aleatorio como cualquier otra del calendario.

Sin embargo, en el calendario anglosajón es una fecha algo especial, ya que durante 250 años en Inglaterra se celebró el día de acción de gracias en esta fecha.

En 1605, el rey Jacobo I de Inglaterra y VI de Escocia sufrió lo que a día de hoy llamaríamos un ataque terrorista a manos de un grupo de católicos. Tras reinar durante 36 años en Escocia, el rey Jacobo había ascendido al poder de Inglaterra en 1603, sucediendo a Isabel I, con la promesa de igualar la libertad de culto de católicos y protestantes. Pero no sólo incumplió su promesa sino que estrechó el cerco contra los católicos del país.

Asqueado por la política, un soldado católico enfurecido, que había luchado en Flandes por la causa religiosa española, llamado Guy Fawkes lideró una conspiración contra el rey y el establishment, intentando volar el Parlamento y la Cámara de los Lores. La mañana del 5 de noviembre de 1605, tras un aviso anónimo a Lord Monteagle, la guardia apresó a Guy Fawkes saliendo de una cripta bajo el Parlamento. Dentro de ella se encontraron barriles de pólvora suficientes para tirar abajo el edificio entero.

Fue condenado a muerte el 31 de enero de 1606, ahorcado ese mismo día, arrastrado y descuartizado en plena calle. La Ley de Acción de Gracias de 1606 convirtió en obligatorios los festejos del 5 de noviembre para recordar a los ingleses el precio de la traición.

Aunque la ley fue abolida en 1859, aún hoy se siguen celebrando estas festividades, quemando una efigie de Guy Fawkes, junto con cruces y disfraces.

Remember, remember the Fifth of November,
The Gunpowder Treason and Plot,
I know of no reason
Why the Gunpowder Treason
Should ever be forgot.
Guy Fawkes, Guy Fawkes, 'twas his intent
To blow up the King and Parli'ment.
Three-score barrels of powder below
To prove old England's overthrow;
By God's providence [or mercy] he was catch'd
With a dark lantern and burning match.
Hulloa boys, Hulloa boys, let the bells ring.
Hulloa boys, hulloa boys, God save the King!

Alan Moore recuperó la figura de Guy Fawkes en su mítica obra ‘V de Vendetta’ (1982 – 85) como símbolo de la resistencia frente a un gobierno opresor en un mundo distópico post apocalíptico, coincidiendo con la época en la que Margaret Thatcher declaraba la guerra a Argentina por las Malvinas, subía los impuestos indirectos, descendía los subsidios por desempleo y el paro aumentaba hasta los 4 millones. En este ambiente caldeado, quién sabe si casualmente o no, la figura de V en la obra se presentaba como un antihéroe tras una máscara que lucha por un ideal y aboga por la anarquía en un país en el que la justicia está intervenida.


Los hermanos Wachowski, en plena resaca del éxito de la trilogía Matrix, escribieron el guión y produjeron la película ‘V de Vendetta’, con un magnífico hasta decir basta Hugo Weaving en el papel de V, en cuya actuación no muestra en ningún momento su rostro. La película no es muy fiel al cómic, que ya de por sí es bastante complicado, pero digamos que canaliza la fuerza del mismo en imágenes. También obvia la justificación de los aspectos ideológicos del mismo, esto es, la defensa de la anarquía del protagonista frente al fascismo de sus enemigos, motivo por el cual Alan Moore se desvinculó del proyecto.

Aunque, que yo sepa, Alan Moore nunca se ha vinculado a ninguna adaptación de sus cómics, pero en este caso debo darle razón. La película aislada (sin el cómic) es una obra magnífica, de lo mejor de esta década en el género, ya que los Wachowski se resisten a incluir acción en beneficio de la actuación de los personajes. Pero aún así podría haber sido una película mucho más reaccionaria, no un simple y atípico thriller. Supongo que productores, estudios, censura y crítica temblarían ante la mención de la defensa de la anarquía como régimen político válido, y por ello la película nos deja la sensación de quedarnos a medias, que falta una guinda que redondearía una obra reaccionaria y tendenciosa, justo lo que queremos ver.

Aún así, los guionistas incluyen ciertas perlas en el metraje que, dada la situación actual (en realidad, en cualquier situación) conviene recordar para remover conciencias:
  













PD: como anécdota cinéfila, el actor John Hurt interpreta al tirano absolutista en ‘V de Vendetta’ (2006) y es el enemigo del protagonista, V. En la película de Alex de la Iglesia ‘Los crímenes de Oxford’ del año siguiente (2007) el mismo actor se disfraza de Guy Fawkes celebrando la noche de las hogueras.